Por: Ana Baron
Fuente: WASHINGTON CORRESPONSAL
El objetivo oficial de la reunión de cancilleres que tiene lugar hoy en la sede de la OEA en Washington es la adopción de una resolución sobre el conflicto generado por el ataque colombiano en el territorio ecuatoriano. Ecuador busca que se condene la violación de su soberanía territorial, mientras Colombia se opone enérgicamente a cualquier tipo de condena.
Detrás de este desacuerdo hay, sin embargo, una discusión más profunda, que según una fuente, "podría definir la relaciones hemisféricas por muchos años". Colombia, alineada con la concepción militarista de la relaciones exteriores que impera en Washington, considera que "la seguridad ciudadana" es más importante que la soberanía territorial.
Justifica así, los ataques preventivos y unilaterales como el que hizo en Ecuador o los realizados por Estados Unidos en Irak. Tanto el gobierno colombiano como el estadounidense consideran que las FARC son una organización terrorista. En la vereda de enfrente, están Argentina, Brasil, Chile y casi todo el resto de la región, que se opone a calificar a las FARC de terroristas y que recurren al artículo 21 de la Carta de la OEA para señalar que el territorio de un Estado "es inviolable".
Durante la visita que hizo a Brasil y a Chile la secretaria de Estado Condoleezza Rice propuso la "flexibilización de las fronteras" para poder combatir a grupos "terroristas" como las FARC en las zonas más porosas de las fronteras. La respuesta fue un rotundo "no".
Brasil está impulsando, con el acuerdo de Argentina, la creación de un Consejo de defensa permanente interamericano que no incluya a EE.UU. para que conflictos como el de Ecuador y de Colombia sean resueltos en la región sin la intervención de Washington.
Esto es justamente lo que la Casa Blanca quiere evitar. En la cumbre de Santo Domingo, Cristina Kirchner dijo que "si nosotros admitimos la doctrina de unilateralidad, estaremos perdiendo un patrimonio de la política exterior latinoamericana que es exhibida como un logro en todos los foros internacionales. No puede ser tomada ninguna decisión por parte de nosotros en ejercicio manu militari sin la consulta al otro país. Esto es clave para poder seguir siendo quiénes somos, una región libre de una doctrina que ha provocado grave conflictividad en el planeta".
Durante las discusiones que tuvieron lugar este fin de semana, el embajador argentino ante la OEA, Rodolfo Gil, y su colega brasileño, Osmar Chohfi, ambos integrantes de la comisión que viajó con Insulza a Ecuador y a Colombia, coordinaron sus posiciones en bases a esos principios.
El discurso que pronunciará el canciller Jorge Taiana hoy también seguirá esos lineamientos. El informe de la Comisión recomienda, entre otras cosas, el restablecimiento de la relaciones diplomáticas entre ambos países; la creación de un grupo multinacional de observadores para el seguimiento y verificación de los acuerdos asumidos por los dos países y el fortalecimiento de los mecanismos de cooperación y diálogo fronterizo, así como el estudio de un eventual mecanismo bilateral de alerta temprana.
Curiosamente Venezuela, que es siempre el país mas beligerante en este tipo de situaciones, ha adoptado un perfil muy bajo. Una fuente dijo a Clarín que el viaje de Cristina a Venezuela fue importante, pero también hubo llamados de Brasil.
Frente a los dos proyectos de resolución que se discutirán hoy, en el marco de las recomendaciones de la comisión, Venezuela propuso que se adopte la resolución de la cumbre de Río, algo que evitaría un debate sin fin. Chávez también aceptó reunirse con Uribe en Cartagena, en Colombia, durante la reunión de UNAMAR.
http://www.clarin.com/diario/2008/03/17/elmundo/i-02004.htm
quarta-feira, 19 de março de 2008
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